domingo, 25 de abril de 2010

Maratón de Madrid


Calle9 estuvo bien representado en este caluroso día para correr por Manuel Gómez, uno de los corredores del Henares. Su compañero de fatigas, Antonio, le acompañó en los últimos metros del Retiro. Una nueva hazaña y de las duras.

Tiempos:
  • Manuel - 3:40:00

1 comentario:

calle9.admin dijo...

(Comentario de Manuel)
Corrí y acabé ayer el maratón de Madrid en un estado físico bastante razonable.
Terminé en un neto de 3:40; con mi hija de tres años en hombros.
Muy bien para mí, que siempre hago las mismas marcas ( tengo un abanico desde años que va de las 3:31 a las 3:44 ); es el ritmo que tengo grabado en el cuerpo y que fluctúa con los factores habituales.
La carrera fue cómoda; no sufrí hasta 35 que coincide con la parte más fea – a mi juicio – del recorrido con las obras del río sin concluir y con la calle paseo de la ermita del santo junto a la sacramental de san Isidro. No me agradan los cementerios. Hice lo normal en estos casos, continuar jodido.
El calor fue alto durante la carrera y vi hasta cinco corredores derrumbados en la calle tapados con las mantas del Samur: impresiona.
Antes de llegar a Guzmán el Bueno felicité a un abuelo corredor que llevaba escrito en la camiseta que era su cumpleaños ( 75 años ); al pasar a su lado sonaban ruidos de choque de monedas o llaves e hice un chiste de humor negro que no le conté: ¿ te suenan los huesos , compañero?
Me gustó ver a un chino – fuera de la organización- repartiendo botellas de agua; y me encantan los sonidos de las gaitas y las dulzainas.
La gente aplaudió con ganas la carrera aunque en algunos momentos las calles de Madrid son algo desangeladas y la famosa soledad del fondista se siente mucho más.
Al entrar en El Retiro se me unió Antonio, pareja del Henares, al que encontré bastante fresco y desahogado.
Se agradeció el detalle y me hizo bien porque gané 5 segundos –como poco- al tiempo final.
( Un saludo, compañero, nos vemos a la vuelta ).
Hoy sólo tengo alguna molestia no mayor que cuando hago tiradas largas los domingos; y estoy muy contento: por acabar sano, por la paciencia de mi familia, por el tiempo que hizo el que ganó y por poder saludar a algunas personas.